Y hoy es uno de esos días en los que llega la hora de irte a la cama y tienes una presión en el pecho que te impide dormir, una sensación de vacío, unas terribles ganas de llorar hasta que llegue la hora de despertarte y entonces tengas que vestirte y sonreír a todo el que te encuentres, porque ellos no tienen la culpa de tu infelicidad. Es uno de esos días en que sientes que no puedes hacer nada porque crees que todo está perdido y te rindes y te dejas llevar, y empiezas a esperar algo que aún no sabes que es pero que algún día te hará sentirte mejor. Lo peor de esta situación es que la he montado yo sola, porque sé que él no tiene la culpa, que no tiene por que hacer lo que espero, pero aún así me jode y no puedo evitarlo y es el momento en el que me pregunto por qué, por qué me pasa esto y la única posible respuesta es tan simple como que aunque me pese lo quiero.
miércoles, 1 de febrero de 2012
Una sola respuesta.
Y hoy es uno de esos días en los que llega la hora de irte a la cama y tienes una presión en el pecho que te impide dormir, una sensación de vacío, unas terribles ganas de llorar hasta que llegue la hora de despertarte y entonces tengas que vestirte y sonreír a todo el que te encuentres, porque ellos no tienen la culpa de tu infelicidad. Es uno de esos días en que sientes que no puedes hacer nada porque crees que todo está perdido y te rindes y te dejas llevar, y empiezas a esperar algo que aún no sabes que es pero que algún día te hará sentirte mejor. Lo peor de esta situación es que la he montado yo sola, porque sé que él no tiene la culpa, que no tiene por que hacer lo que espero, pero aún así me jode y no puedo evitarlo y es el momento en el que me pregunto por qué, por qué me pasa esto y la única posible respuesta es tan simple como que aunque me pese lo quiero.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)