SOLO PASA EN EL BARRIO FELIZ

Que te levantes un día y te hayan quitado un cacho de jardín, que la boca de riego parezca una fuente de La Granja, que un loco te grite cuando llegas a casa, que se juegue al escondite hasta las mil, que se den vueltas de campana con la bici, que juguemos al monopoli como si nos jugáramos la vida, que salga gas tóxico de las tuberías, que la llave de una casa abra también otra puerta, que la vecina que sale a pasear al perro te haga el nudo de la corbata, que las partidas de brisca sean cuestión de vida o muerte, que se vaya la luz solo en tu calle cuando se está haciendo de noche y que toda la gente salga a la calle porque no puede hacer nada en casa, que tomarse el postre en la calle sea lo más normal, que las tormentas de verano hagan salir a la gente a la calle, que te asomes por la ventana y siempre haya alguien también asomado, que pasemos más tiempo en pijama que vestidos, que el panadero sea el mejor periodista local, que en las noches de verano se te cierren los ojos pero no te vayas a casa, que en definitiva todo lo que pase haga que sea un sitio único.

AHORA

Nos pasamos la vida quejándonos de lo que no tenemos, pensando en lo que no hicimos, esperando cosas que no llegarán nunca; pero, ¿que hay del momento? de lo que tienes, de lo que haces, de lo que eres. Estamos tan sumidos en todo lo que nos falta que no nos damos cuenta de lo que ya nos ha llegado. Y es que alguien me dijo un día que lo que tenga solución se acabará solucionando por sí mismo y lo que no la tenga no merece preocupación, pues no está en tus manos arreglarlo.
Así que ríe, canta, baila, diviértete, abraza, besa, quiere, di lo que piensas, haz lo que sientes, se tú y solo tú; nunca sabes cuando será demasiado tarde, y cuando ya no haya vuelta atrás te lamentarás por el tiempo que perdiste cuando aún tenías posibilidades; porque, como dice una canción, que caro es el tiempo.